lunes, 27 de abril de 2009

Tiempo

Si el pasado muere en el presente, entonces, no hay futuro
Siempre desayunábamos en aquel café, que era la banda sonora de nuestros silencios. No le gustaba el sabor de un café con leche estando sola y a mi no me gustaba el cortado insípido que mi cafetera no era capaz de hacer mejor.

jueves, 23 de abril de 2009

El Camino es fe

El Camino es fe
hacia lo divino
desde lo humano
hasta la meta
que no es meta
sino inicio.

El Camino es fe
en el que va contigo
en el silencio de las nubes
en el rumor de los ríos.

El Camino es fe
en el futuro
reflexión de lo vivido
piedras lluvia sol
luna llena
Marte al rojo vivo.

El Camino es fe
en tus convicciones
es renovar lo proscrito.
Es ser y no tener
pues nada tiene el peregrino
nada tiene material
sólo lo que importa
ques es el ser de los demás
y es el ser de uno mismo.

Pretendo-igual pero distinto-.

Pretendo que estés sola
y que yo esté solo
y nos juntemos un rato nada más.

Pretendo una nube negra
para no llevar paraguas
y mojarme
estando secos los demás.

Pretendo una frontera
que dure un segundo
para dejar abierto
sólo el paso clandestino.

Pretendo cómplices
que sepan llevar la contraria

Pretendo que mis dudas
sigan seguras de si mismas.

Pretendo conceptos que no entiendo
ideas de humo que se dispersen
y que las encuentre sin buscarlas.

Pretendo no necesitar dependencia
ni de ti ni de sustancias
ni tan siquiera de mi
que por fin sea amor el amor
por la libertad, que por fin
sea libertad.

Pretendo la belleza porque sí
impacientar a la paciencia
que sea ambiguo lo conciso
encender lo ya encendido
y también lo ya apagado
que me pagues lo servido
que me sirvas lo ignorado.

jueves, 16 de abril de 2009

Huyo, pretendo.

Pretendo un cigarro al despertar,

una botella por la noche

que esté llena cuando quiera

y cuando quiera esté vacía.

Huyo del paraguas cuando llueve,

de la gente que da voces,

de que seas tú la que llama

si el móvil está en sonido.

Pretendo ser el tiempo que no pasa,

las dudas del principio,

un compás cuatro por cuatro

sin miedo al compromiso.

Huyo del que se ata pies y manos,

de lo oscuro del suplicio,

del disco que está rayado,

del desorden que no es mío.

Pretendo un caminar desencajado

sin saber si viene o va

desorientado e impreciso

que se fíe de otro distinto.

Huyo de lo que perseguía,

de lo neutro, del calor,

del sol, de la sombra,

de la lluvia, del frío.

Pretendo una sonrisa sin motivo

un motivo para verte

verte un rato nada más

para no tener nada que ver contigo.